LUCHEMOS POR EL DEPORTE BASE DE CADIZ
El llamamiento al agrupamiento o
movimiento asociativo deportivo sólo se debe a la inconformidad con la política
que con el Deporte y en especial con el Deporte Base sigue el Ayuntamiento de
Cádiz y el Instituto Municipal de Deportes en estos momentos. Los que dedicamos
nuestro tiempo, la mayor parte de las veces sin cobrar, a dar un servicio que
entendemos educativo, preventivo, saludable,... y vemos como desde hace tiempo,
pero sobre todo desde hace varios años, cada vez se valora menos lo que
hacemos, tenemos que lidiar con más burocracia, tener más gastos y debemos
dedicar más tiempo a buscar ingresos, no podemos permanecer impasibles.
Somos personas particulares, ligadas a clubes deportivos, pero sin seguir
ninguna directriz que no sea la que nos marquemos entre todos.
Deporte de base para nosotros es
el que realizan los niños/as y jóvenes hasta 18 años, desde la promoción, hasta
la iniciación al rendimiento deportivo.
La gran cuestión es que la teoría
sobre la importancia del deporte en estas edades desde el punto de vista de la
salud, de la educación, físico, etc. es unánimemente aceptada. El problema es
la práctica: Nos aumentan los gastos, nos aumentan la burocracia, nos
disminuyen las ayudas,.., lo que se traduce en una incoherencia entre lo que se
dice que se debe hacer y lo que se hace. No estamos pidiendo nada que el IMD ya
no hubiese iniciado y a veces llevado a cabo con algunas necesidades de mejora.
El Instituto Municipal de Deportes es el organismo responsable del
deporte municipal en la ciudad de Cádiz.
La
razón de ser / Misión del IMD es:
“Liderar el sistema deportivo gaditano, mediante una
gestión eficaz y participativa, fomentando su tejido asociativo y promoviendo
espacios, programas y actividades deportivas para mejorar la calidad de vida de
los ciudadanos”.
En los Estatutos
del IMD, aprobados en el Excmo. Ayuntamiento Pleno en su sesión ordinaria
celebrada el día 4 de Febrero del 2005, recoge en su artículo 5 su razón de
ser.
ARTICULO 5. – Fines. Como Servicio Municipal al
deporte, el Instituto recibe del Excmo. Ayuntamiento el encargo de ordenar,
dirigir y organizar las siguientes funciones esenciales:
a) Promover el deporte, especialmente el deporte base y deporte para todos en el ámbito del
municipio.
b) Organizar y, en su caso, autorizar manifestaciones
deportivas en el municipio, especialmente las de carácter popular.
c) Promover y organizar actividades y competiciones
para participantes en edad escolar.
d) Colaborar en la formulación de los instrumentos de planificación del sistema deportivo.
e) Elaborar los informes preceptivos para otorgar
licencias municipales para la apertura de instalaciones deportivas.
f) Promover y
fomentar el asociacionismo deportivo en
el ámbito del municipio, especialmente apoyo técnico y económico.
g) Colaborar con las entidades deportivas andaluzas y
otros entes públicos y privados para el cumplimiento de las finalidades
previstas en la Ley del Deporte.
h) Organizar la estructura local administrativa en
materia deportiva.
i) Cualesquiera otras que le sean atribuidas o delegadas
de conformidad con el ordenamiento jurídico.
Para poder llevar a cabo estas funciones,
tanto el IMD como el Ayuntamiento de Cádiz no deben despreciar, como hasta
ahora viene ocurriendo, a ninguna de las entidades, asociaciones y clubes
deportivos gaditanos, ni al aporte de conocimientos en sus respectivas disciplinas
deportivas, a la cercanía con deportistas, familias, federaciones, centros
escolares, o a la experiencia de sus directivos, entrenadores, monitores,
colaboradores, etc. Todo ello en beneficio de lograr que dichos fines sean una
realidad y no mera literatura.
La
actual crisis replantea a las administraciones públicas cuales son los
servicios públicos esenciales que se deben prestar. Una de las grandes equivocaciones de
las administraciones ha sido decir que sí a cualquier demanda ciudadana. Así,
tenemos sector público de cualquier naturaleza, ya sea fabricando yogures,
manteniendo líneas aéreas, haciendo de hosteleros turísticos, y hasta
sosteniendo equipos deportivos profesionales. En este último caso, no solo bajo
la figura de la subvención, sino como partícipes minoritarios, mayoritarios o
exclusivos de una sociedad anónima deportiva.
Como ejemplo más cercano, las
distintas etapas y con distinto color político vividas con el Cádiz C.F. En estos
momentos y en plena crisis se sigue manteniendo diversos convenios con el Cádiz
SAD que “driblan” la legalidad y hacen dudar del destino del dinero público que
van aparejados a dichos convenios, contradiciéndose el Ayuntamiento de sus
propias afirmaciones e incluso saltándose a la torera la obligación inexcusable
de cumplimiento del plan de ajuste municipal, aprobado en pleno y exigido por
la hacienda estatal como requisito para conceder el préstamo para saldar la
deuda con los proveedores.
Así mismo, la política deportiva del
Ayuntamiento en los últimos años de esplendor económico ha estado enfocada a
grandes eventos unidos a la promoción turística, dejando de lado el fomento y
la promoción deportiva. Esta política legítima e incluso, porque no, adecuada
en distintas épocas boyantes, ahora se le vuelve en contra por el alto coste y
su dudosa efectividad en el tiempo (solo se beneficiaron unos pocos empresarios
que suelen ser los menos necesitados) y agravando con ello las maltrechas arcas
municipales. Un claro ejemplo fue el partido de la selección de España Sub-21
contra México, que le costó al Ayuntamiento más de 400.000 € para un solo día.
Con este dinero se mantiene todo el deporte base durante cuatro años.
La gestión en el servicio municipal de
deportes con relación al deporte base y las disciplinas deportivas
minoritarias, nunca ha sido buena, ni ha estado bien orientada, pero desde el
2007 paso de mediocre a nefasta. El convenio de colaboración firmado en aquella
fecha por el Ayuntamiento con la Fundación del Cádiz CF, el cual le cedió la
gestión de todo el deporte base a la Fundación, provocó, la declive de los
programas públicos deportivos municipales más eficaces y cercanos al ciudadano
y al deporte, como son las escuelas municipales de iniciación y deportivas, y
los juegos deportivos municipales. El dinero de las ayudas que recibía la fundación
puntualmente que debía de llegar a sus legítimos beneficiarios: colegios,
entidades, asociaciones y clubes, se perdieron por el camino, provocando
enfrentamientos entre todos los colectivos afectados, obligando al Ayuntamiento
a recuperar la gestión en el 2010 y encomendársela nuevamente al IMD.
La falta de conjugación en conocimientos
deportivos, económicos y de gestión en la dirección de la delegación de
deportes (el IMD), acentuada por la falta de liderazgo y de objetivos políticos
deportivos claros y concretos, en vez de resolver los problemas y compensar los
daños causados al deporte base por la nefasta gestión de la Fundación del Cádiz
en los años anteriores, los ha agravado, perjudicando y castigando con alevosía
y premeditación a los colectivos que reivindicaron el cobro de las ayudas, suprimiendo
desde el 2010 la convocatoria de ayudas a las escuelas y eliminando los juegos
deportivos municipales, a la vez que vuelven a premiar en este año y en plena
crisis, a la Fundación del Cádiz CF con el mantenimiento de las aportaciones
municipales (440.000€) durante cuatro años más, curiosamente la misma cantidad
que se ahorran con los programas para el deporte base en el mismo periodo.
La crisis puede justificar recortes, supresión
de ayudas a muchos programas y actividades, pero lo que no se puede consentir
es que la crisis sea utilizada por los políticos de turno y técnicos mediocres,
para esconder incapacidad e ineptitud, ya que ni en tiempos de bonanzas se supieron
gestionar los cuantiosos recursos económicos públicos para consolidar el
fomento y la promoción del deporte, en definitiva el apoyo al Deporte Base.
En nuestra mano está el realizar un
llamamiento a los poderes públicos, en este caso el IMD, para que de una vez
por toda la política revierta en el deporte para todos y no sea el deporte un
puñado de votos o la foto de un día.
Se adjuntan propuestas, con el fin que
la crítica no se desvanezca como el humo, sino que sea el comienzo de un
cambio.